
Guayaquil,15 de julio de 2018
Parque ecológico para disfrutar en familia
Desde afuera el parque samanes sector senderos, solo parece un parqueadero, pues es lo que se observa, al entrar al lugar se indica por letreros el camino a seguir.
Un puente sobre un lago que da la impresión de ser madera pero su estructura es de plástico, es el primer punto para cruzar. A sus lados hay plantas que salen del lago dejando atrás el parqueadero y adentrándonos en la verdadera naturaleza.
Una garza blanca posa entre las ramas, pichones sobrevuelan el área, y un pequeño pato juega en el agua.
Más adelante se divide el camino peatonal y la ciclovía. Los aventureros caminan por la peatonal, que a pesar de ser un camino adoquinado da la sensación de estar en el bosque, lo único que se escucha son diferentes pájaros cantando, y un sonido que viene y va, que parece ser de un búho.
A lo lejos se distingue una de las torres de avistamiento para hacer canopy, una de las actividades que ofrece samanes sector senderos, la cual consiste en lanzarse de una cuerda desde una de las torres hasta el otro lado del sendero, aquí hay 2 en funcionamiento.
Siguiendo el recorrido se aprecian varios insectos, mariposas de colores y grandes aves como garzas y pájaros en el camino hasta llegar al rocódromo, una pieza de roca gigante para escalar, de color café que cuenta con segmentaciones para subir de abajo hacia arriba, aquí los instructores ayudan con el equipo de seguridad para escalar.
El recorrido continúa y desde la torre de canopy la vista es impresionante, el soleado Guayaquil se ve diferente desde esta parte del norte, ahora el clima es fresco y nublado.
El retorno se hace por el mismo camino, entre los arbustos, da la impresión que alguien se esconde detrás,luego de un breve silencio, entre la densidad árboles tres ardillas saltan de un lado a otro y suben hasta las ramas más altas para no ser vistas. Así es el retono por por los empinados caminos.
Al cruzar al otro lado del parque, el sonido tranquilo y de los animales se pierde.
En el paso peatonal se ubican vendedores ambulantes en una larga vía, desde donde se observa la avenida Francisco de orellana.
El olor a salchipapa, hot dog, churros y frituras invaden la entrada del parque samanes, que atrae a grandes y chicos por sus espacios verdes, juegos y aire libre.
Pasando los grandes muros de bloques que llevan la palabra “Parque Samanes” con letras grandes, los árboles son lo primero que colorea de verde este parque y que se combina bien con el césped de las canchas sintéticas de fútbol, donde jóvenes y adultos se reúnen para formar equipos de 10 y poder hacer uso de ellas con equipos completos, enfrentándose. Algunos usan las distintivas camisas de los equipos del astillero, soñando que juegan el partido de sus vidas en el equipo de sus amores, que gritan a todo pulmón, “Gooool” atrayendo las miradas de otros amantes de este deporte. Más adelante, en las canchas pequeñas los niños juegan a patear la pelota de un lado a otro junto con sus padres, muchos con una gran sonrisa en la cara y otros con el cansancio de las 5 de la tarde de este domingo, que a pesar de ser guayaquil, en este mes se siente frío.
Adentrándose en el corazón del parque, el olor a comida cambia a dulce, y se combina con la música que sale de un parlante cerca de las carpas blancas, donde se ubican puestos de diversión, carritos estáticos para los menores de 5 años, go cars para los más grandes, bicicletas y patines; novedosos aparatos disfrazados de animales que dan la ilusión óptica de ver niños montados en elefantes y panteras.
Mientras las madres pasean por las carpas de artesanías, los niños corren hacia la de dulces, se aglomeran y uno que otro padre hala a su hijo antes de que se lleve a la boca algún chocolate, y se tropieza con el vendedor de cueritos, detrás de él se escucha una voz femenina que dice: “pruebe amiguita, pruebe que es gratis, el cuerito”; unos cuantos hacen una negación con la cabeza, otros guayacos meten mano y con sonrisa agradecen el cuerito gratis.
El patio de comidas no pasa desapercibido ni se opaca por lo que ofrecen las carpas blancas, a un lado hacen fila para comprar bebidas, helados o
rebanadas de pizza y sentarse en las sillas de “El Patio” para observar desde sus asientos, cómo cobra vida el centro del parque, que a esa hora las luces del lugar ya están encendidas, y dejan ver globos con helio que flotan en diferentes direcciones, otros con pequeños focos adheridos, que dan al ambiente un toque de celebración.
Joselyne de la Torre




Guayaquil, 15 de julio de 2018
La fanaticada torera respaldó a su equipo

El pasado domingo en una tarde nublada en la ciudad de Guayaquil el sol volvió a brillar gracias a Barcelona S.C. que sacó un gran triunfo frente al Técnico Universitario de la mano de Beder Caicedo que volvía de una lesión y su historio capitán Matías Oyola.
Alrededor de las 14:00 de la tarde en la Av. Barcelona los hinchas del cuadro canario se iban haciendo presentes. Poco a poco iban ingresando, algunos en familia y otros en grupos de amigos. Se podía sentir la euforia de los aficionados esperando con ansias ver jugar al equipo más popular del Ecuador.
Nunca falta el espectador que antes de ingresar al estadio se coma un guatallarin, un chuzo, un seco de pollo o el paste de carne y no puede faltar el vaso del refresco.
Antes de empezar el cotejo se despidió al jefe de prensa de Barcelona Sporting Club, Luigi Macchiavello, quien se caracterizó por ser un fiel seguidor del cuadro torero. Le obsequiaron una camiseta especial con el número 334 que significa los partidos que cumplió desde el área de comunicación. La hinchada de la sur oscura alzó sus camisetas como agradecimiento a su labor.
Saltan a la cancha los jugadores con un uniforme no tan habitual: pantaloneta y camiseta amarillo, algunos ingresaban junto a sus hijos. Todos se ponen de pie mientras se entona el himno de Barcelona.
A las 17:30 sonó el silbato del árbitro Roberto Sánchez anunciando que arrancaba el primer tiempo. Los gritos y cánticos de la barra sur oscura con la norte no se hicieron esperar “eres lo más grande del astillero, eres lo más grande del Ecuador, eres lo más grande del mundo entero, por eso te llevo en el corazón” cantaban acompañados de trompetas y tambores.
En el transcurso del primer tiempo la fanaticada seguía ingresando con el optimismo de saber que cada punto suma. Luego de los 45m se adicionaron dos minutos. El árbitro pitó para culminar la primera parte del cotejo donde no había ganador aún y con el tablero en 0-0 los jugadores se fueron al descanso.
En el entretiempo se homenajeó a las Academias BSC campeonas del torneo interbarrial 2018.
Mientras esperaban el segundo tiempo los fanáticos toreros disfrutaban de tomar un vaso con cerveza, comer maní con limón o canguil. Algunas madres aprovecharon para llevar a sus hijos al baño y otros solo seguían cantando las canciones de su amado equipo.
Empezó el segundo tiempo y en el minuto 51 Beder Caicedo jugador del cuadro torero anota con un remate de zurda. Los gritos, aplausos y saltos no podían faltar y el marcador el marcador quedaba 1-0. La emoción se respiraba. Los jugadores del equipo contrario Técnico Universitario enardecían por lo ocurrido.
Más adelante en el minuto 84 Matías “El Pony” Oyola, recibió una falta del Técnico Universitario. Y al minuto 85 pateó con la zurda y anotó de tiro libre el segundo gol poniendo el marcador 2-0. Todos sus compañeros se acercaron a celebrar mientras los aficionados elevaron sus cánticos haciendo retumbar las gradas del Monumental.
A los 90 minutos el árbitro añade 3 minutos de juego y todo siguió igual. Sonó el último silbido. Con este resultado final, el más veces campeón, Barcelona S.C. consiguió un triunfo más y la afición del equipo local festejó la victoria que estuvo llena de gritos y cantos conscientes de que cada aliento cuenta.
Karla Silva